Hola!! Bueno recuerdo que os comenté que iba a hacer algo y que ya vería si lo comentaba. Os escribo desde Madrid, desde el bar Trebol. Acabo de ver a Lola en una obra que es un tanto diferente a lo que acostumbro. La casa de la portera, así se llama el sitio y el título de la entrada es el nombre de la obra.
Ha sido genial, algo distinto. Es en un piso, pequeñito, acogedor... que ha tenido anteriormente otros usos, sin olvidar que verdaderamente fue lo que a su nombre se refiere.
Una obra apetecible, cargada de emociones, tensión, momentos de pasión y también algo de humor... hoy era el último día y no podía dejarlo pasar porque ya no sé cuando volveré por Madrid.
A pesar de ser un viaje ATROPELLADO en muchos sentidos, se me ha hecho tan corto.... que no me quiero ir. Esta es la frase que repito cada vez que piso estas tierras.
El aforo de la obra es muy limitado, unas 20 y pico personas. Sentadas en torno a la pared.
Si vuelven, ya lo diré porque merece la pena. A mí me ha impactado. Y Lola como siempre genial. Su compañera en la obra, Raquel Perez no consigo poneros en pie dónde la he visto trabajando pero sé que he visto trabajos anteriores de ella.
Bueno, os voy a dejar. Tengo que subir una entrevista que me enviaron de ella y lo dejé pospuesto.
Voy a salirme del bar mientras llega una amiga porque el aire acondicionado me está matando.
Gracias y felicidades como siempre a Lola, y encantada de haber conocido a tu hermana y cuñado. Gracias por leer el blog.
Última noche en Madrid, tendré que disfrutarla, digo yo!! Hasta pronto.
